“La selección natural no explica la aparición de estructuras complejas como las alas”
Un argumento muy socorrido para invalidar la evolución es que estructuras como el ala de las aves no pudieron haber surgido paulatinamente, pues aquellas aves con alas precarias no tenían ninguna ventaja reproductiva.
Había que esperar hasta tener el ala completa para que la selección natural actuara, por lo tanto, la evolución es falsa.
Este cuestionamiento inquietaba inclusive a Darwin, pues efectivamente el razonamiento de que 2% de un ala no le da ventaja reproductiva a nadie, parece hacer sentido.
Darwin lo resolvió con una explicación que ha sido poco entendida y poco apreciada en teoría evolutiva: que hay que rechazar un supuesto escondido dentro del argumento, el supuesto de la continuidad funcional.
Es correcto que 2% de una ala no sirve para volar, pero ¿qué nos hace pensar que esas alas incipientes se usaban para volar?
Esas alas incipientes se usaban para alguna otra cosa que sí daba una ventaja reproductiva.
En otras palabras, el problema de las etapas incipientes desaparece porque durante las primeras etapas, no se trataba de alas inadecuadas, sino se trataba de alguna otra cosa muy bien adaptada. La evolución después echó mano de ello y lo utilizó para volar.
A este principio se le conoce como cambio funcional en continuidad estructural y representa la solución elegante de Darwin al dilema de las etapas incipientes.
No hay duda que la evolución puede producir estructuras complejas.