“La selección natural es un proceso enteramente azaroso”
Las personas con total desconocimiento acerca de cómo funciona la evolución suelen decir que la evolución es falsa pues del azar no puede resultar la complejidad. El ejemplo más socorrido de los antievolucionistas es el ojo.
La selección natural no es un proceso azaroso. El individuo que sobrevive y se reproduce no es un individuo al azar, es el individuo más apto, el mejor adaptado a su medio.
Donde sí interviene el azar es en la variabilidad de la población y en las mutaciones.
En especies que se reproducen sexualmente, qué genes se van a heredar del padre y qué genes se van a heredar de la madre es resultado del azar: la recombinación genética.
Las mutaciones también son resultado del azar pero no son la única componente de la evolución.
La evolución es: variabilidad, heredabilidad y selección natural.