“Todas las maravillosas criaturas del planeta no pueden ser obra de las mutaciones, sin control ni guía”
Un error de concepto muy común es creer que lo único que sucede en la evolución son las mutaciones.
Quien así lo piensa, cree que como las mutaciones se suceden al azar, sin control ni guía, cualquier cambio en el genoma es válido, por lo tanto, una cadena de eventos totalmente azarosos no pudo haber llevado a la aparición de las criaturas maravillosas que todos conocemos.
Este razonamiento es equivocado pues las mutaciones no son la única componente de la evolución.
La fuerza primordial de la evolución es la selección natural que no es un proceso resultado del azar.
La selección natural actúa sobre los genes de los individuos. Aquellos individuos que tienen características que los hacen adaptarse mejor a su medio ambiente, van a dejar más descendencia.
Los que tienen características que los hacen más vulnerables, aunque hayan sido resultado de mutaciones, van a dejar menos descendencia y con el tiempo esas características desaparecerán.
El punto importante es que no toda mutación es válida. únicamente las mutaciones que ofrecen ventaja reproductiva son aprovechadas por la selección natural.
Además, la selección natural depende del medio donde esté trabajando: una mutación X puede ser ventajosa en el mar pero puede ser desventajosa en tierra firme.