Culebras de agua del Mar de Cortés
Las costas mexicanas del Pacífico, desde el estado de Sonora hasta Guerrero, son el territorio de unas culebras de agua –Thamnophis validus– que habitan los ríos, canales de riego y pantanos. En la Península de Baja California, al otro lado del mar de Cortés, pero solo en su extremo sur, en la llamada Sierra de la Laguna, es posible encontrar esas mismas culebras. La pregunta pertinente es: ¿por qué las culebras del sur de Baja California tienen a sus parientes más cercanos del otro lado del mar y no en la misma península?
Por décadas, los investigadores supusieron que como Baja California había sido parte del continente durante millones de años, las culebras de la península debieron quedar atrapadas en el territorio cuando se formó el Mar de Cortés, quedando aisladas geográficamente de sus parientes en el continente, evento equivalente a lo sucedido con las especies de Madagascar, al separarse la isla del continente africano.
Con el invento del análisis genético, los investigadores decidieron confirmar dicha hipótesis. Cuál sería su sorpresa al encontrar que las diferencias en el ADN mitocondrial de las culebras del este y oeste del Mar de Cortés son mínimas. No podían haber transcurrido millones de años con tan pocos cambios. Las diferencias existentes apuntan a una separación de las poblaciones hace solo algunos cientos de miles de años.
La única explicación viable es suponer entonces que las culebras llegaron del continente a Baja California transportadas en balsas de ramas y plantas, empujadas por el viento y las corrientes, donde después se reprodujeron.
Culebra de agua