“La selección natural produce criaturas crueles y despiadadas”
Mucho se ha dicho acerca de que si la selección natural es un proceso cruel y despiadado, entonces únicamente puede producir criaturas crueles y despiadadas.
Resulta que la olla de presión de la naturaleza no funciona así.
La selección natural favorece a los organismos que sobreviven y se reproducen, simple y llanamente. Cómo lo logran esos organismos no tiene la menor relevancia.
Un organismo que supera a los demás siendo más o menos agresivo, más o menos cooperativo, o más o menos cariñoso, va a heredar sus genes.
La selección natural tiene la capacidad de producir un rango enorme de organismos, desde los más antisociales y competitivos hasta los más amables y cuidadosos.