“La evolución sigue un patrón ascendente: lo que fue creado primero es menos que lo que siguió después”
Es muy común escuchar que el hombre es la etapa final de una serie de pasos desde las bacterias, los invertebrados, plantas, peces, reptiles, mamíferos, hasta llegar a los monos, simios, homínidos y finalmente la gran obra maestra: el ser humano.
Esta imagen refleja la visión antropocéntrica que mucha gente tiene que la evolución ha sido como una escalera, donde en los primeros escalones están los seres más simples y en los últimos escalones los más complejos.
La evolución no es como una escalera sino como un árbol, donde en cada rama hay una especie y sus antepasados. Si la rama llega hasta el presente quiere decir que la especie evolucionó y sobrevivió hasta nuestros días. Si la rama se trunca, quiere decir que la especie se extinguió.
En cada bifurcación de una rama sucede especiación: una especie ancestra se convierte en dos especies nuevas.
Además, el hecho que una especie sea más reciente que otra no significa que sea mejor o que valga más. Simplemente significa que es una especie que sufrió adaptaciones que le permitieron sobrevivir.