¿Por qué existe la promiscuidad masculina?
Hay asimetría entre los machos y las hembras respecto a la cantidad de parejas sexuales que cada uno de ellos puede tener.
Los machos tienen poco que perder si se aparean con una hembra de status inferior al estándar, por ejemplo, una hembra que sea débil o esté enferma, pues el macho fácilmente puede aparearse con otra u otras y en repetidas ocasiones.
La selección natural ha favorecido los genes que hacen a los machos promiscuos, tal que incesantemente tratan de aparearse con cualquier hembra.
Las hembras son distintas. Su mejor táctica es ser quisquillosas en vez de promiscuas. Invierten mucho más tiempo en sus críos que los machos, por lo que lo que más les conviene es conseguir a la mejor pareja sexual posible.