Las ventajas de la reproducción sexual
Uno de los grandes inventos de la evolución es el sexo.
Todo parece indicar que la reproducción sexual fue un invento que les permitió a las poblaciones adaptarse más rápidamente al medio ambiente que con reproducción asexual.
Si un organismo que se reproduce asexualmente tiene la suerte de adquirir una mutación que le de ventaja reproductiva, solamente la puede heredar a sus descendientes directos. Es más, con reproducción asexual, si dos organismos distintos adquieren cada uno una mutación diferente que los beneficia, no hay manera de combinar las dos mutaciones para heredarlas a los descendientes de los dos.
En cambio, con reproducción sexual, si dos organismos distintos adquieren cada uno una mutación diferente que los beneficia, al recombinarse el genoma de los dos organismos es posible heredar a los descendientes las dos mutaciones. Esto enriquece a la población más rápidamente.
La figura muestra dos escenarios posibles. En los dos casos comenzamos con una población que sólo tiene el alelo a de un gen y el alelo b de otro gen (región blanca ab).
Al pasar el tiempo, un individuo adquiere la mutación que cambia el alelo a por A. Esta mutación es benéfica, por lo tanto los descendientes con A son más comunes (región amarilla Ab).
Mientras tanto, otro individuo adquiere la mutación benéfica que cambia el alelo b por B (región verde oscura aB).
En la población sexual, los individuos aB y Ab se pueden reproducir y tener críos AB que serán más aptos (región verde clara AB).
En cambio en la reproducción asexual, la única manera de que toda la población llegue a ser AB es que un individuo aB mute a AB y un individuo Ab mute a AB, pues cada gene debe mutar en su mismo linaje.
En el caso de la reproducción sexual se requieren 2 mutaciones, pero en el caso de la reproducción asexual se requieren 4 mutaciones más la restricción que la tercera sea igual a la segunda y la cuarta sea igual a la primera.