“La evolución no sucede pues no existen los fósiles transicionales”
Uno de los argumentos más socorridos de los creacionistas es que como nunca han visto un individuo intermedio entre, por ejemplo, un cocodrilo y un pato (crocopato), entonces la evolución no sucede.
Lo que uno debe responder a esto es que ellos tampoco han visto un perro intermedio entre un lobero irlandés y un chihuahua. La selección artificial sucede y no les provoca inquietud alguna. ¿Entonces por qué la selección natural sí los inquieta?
Fósiles transicionales hay muchos. Los mejores ejemplos son:
la transición entre los dinosaurios y las aves,
la evolución de la ballena,
la evolución del caballo,
la transición de invertebrados a peces,
la transición de peces a tetrápodos,
la transición de tetrápodos a amniotas,
la transición de amniotas a mamíferos.
Es cierto que el registro fósil es escaso pues son muy pocos los ejemplares que mueren en codiciones ideales para fosilizar y aún así, las evidencias de que cualesquiera dos especies tienen una especie ancestra extinta en común, son avasalladoras.