Zorros plateados en Rusia

En 1959, un investigador ruso de nombre Dmitri K. Belyaev que trabajaba para peleteros soviéticos, inició un programa para domesticar zorros plateados (Vulpes vulpes). De manera sistemática, se dedicó a escoger y reproducir a los ejemplares más dóciles. El éxito del experimento fue sorprendente. Apareando a estas parejas, lograron, en solo 20 años, producir zorros que se comportaban como perros Collies, acercándose al humano sin miedo, moviendo la cola sin parar.

Lo más interesante del experimento no solo fue la velocidad con la que se logró seleccionar de manera artificial a los zorros dóciles, sino las consecuencias inesperadas.

Los más dóciles, además de comportarse como Collies, parecían Collies: les creció pelambre negro y blanco con hocicos blancos. En lugar de las orejas paradas, desarrollaron orejas caídas.

Les cambió el calendario de celo: en vez de entrar en celo en una única temporada, empezaron a entrar en celo constante. Y como disminuyó la agresividad, aumentaron los niveles de serotonina –el neurotransmisor cuya concentración se reduce con el stress–. Los zorros se convirtieron en pseudo-perros en 20 años. Decimos pseudo-perros pues sabemos que los perros descienden de los lobos, no de los zorros.

Por cierto, la hipótesis del experto en comportamiento animal por excelencia, Conrad Lorenz, quién decía que algunos perros descendían de chacales, resultó ser falsa al analizar el ADN de cada una de las especies.

Recreación de un zorro plateado domesticado, Vulpes vulpes.

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