Las alas del avestruz, del pingüino y del kiwi

Existen especies de aves las cuales aun cuando desarrollan alas no las usan para volar, pues han perdido esa habilidad debido al medio donde evolucionaron. El ejemplo más común es el caso de los avestruces, los pingüinos y los kiwis.

Las alas del avestruz son vestigio de un rasgo útil para sus ancestros, pues ellos descienden de aves voladoras. La evidencia de los fósiles y su ADN así lo confirman. Los avestruces actuales no vuelan pues habitan un medio carente de depredadores, no necesitan desaparecer con rapidez para salvar sus vidas. Conservan las alas pues cumplen ahora otras funciones: les permiten mantener el equilibrio, les son útiles para llamar la atención de las hembras y lograr apareamiento, los ayudan a asustar a sus enemigos y proteger a sus crías.

Otro caso interesante es el de los pingüinos. Ellos también tienen alas, tampoco vuelan y a pesar de ello también las han conservado. Sus alas se han convertido en una especie de aletas utilizadas para nadar bajo el agua a una velocidad sorprendente.

El caso extremo se presenta en los kiwis de Nueva Zelanda quienes tienen vestigios de alas pero ya no las usan para nada. Son alas diminutas y difíciles de percibir bajo el plumaje.

El hecho de que diversas especies compartan rasgos similares es evidencia de evolución a partir de ancestros comunes.

Las alas del avestruz, del pingüino y del kiwi

Alas de avestruz, pingüno y kiwi.

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