Stanley L. Miller (1930-2007)

Como estudiante de posgrado en la Universidad de Chicago, Miller en 1951 se hizo famoso al demostrar que lo que Oparin había afirmado como teoría, en la práctica se podía llevar a cabo: era posible producir aminoácidos a partir de moléculas con carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, simulando las condiciones de un planeta Tierra joven carente de vida.

Miller diseñó un aparato muy sencillo, que consistía de un tubo por donde circulaba de manera continua una atmósfera terrestre primitiva formada por metano, amoniaco, hidrógeno y agua. Estos gases pasaban por unos electrodos que echaban descargas eléctricas y provocaban reacciones químicas.

El cultivo resultante era enfriado y depositado como lluvia en un océano también simulado.

El experimento se dejó correr por una semana y cuando Miller tomó muestras del agua se encontró que se habían generado 7 aminoácidos distintos.

En sólo tres meses y medio se había podido demostrar que Oparin tenía razón.

No se había creado vida en un laboratorio pero se había creado la materia prima que forma la vida.

Hasta la fecha no ha sido posible, después de 60 años, generar vida en un laboratorio.

Si tienes algún comentario, háznoslo saber y con mucho gusto lo tomamos en cuenta.