No es fácil comprender la enorme cantidad de tiempo que la evolución ha requerido para suceder, pues nosotros vivimos en un mundo donde los eventos se dan en intervalos de días, años, décadas o siglos a lo sumo. A la evolución le ha tomado miles de millones de años, intervalos de tiempo que somos incapaces de imaginar. Los fenómenos que ocurren con lentitud, como la deriva de los continentes o el movimiento relativo entre estrellas, nos dan la impresión de ser estáticos. Creemos, incluso, que el firmamento ha sido siempre igual, lo cual es falso. Nuestros antepasados que vivieron hace 100 mil años veían otras constelaciones, las estrellas se han movido unas respecto a las otras. Nos sorprende que no hace mucho tiempo India era una isla que colisionó con Asia y provocó que surgieran las montañas Himalaya. Inclusive al día de hoy, India continúa presionando sobre el continente y las montañas siguen elevándose. Esos procesos, aunque lentos, suceden. El hecho de que tengamos cerebros que no los perciban, pues evolucionaron para permitirnos sobrevivir en las sabanas africanas, no significa que no ocurran.

Te invitamos a  recorrer los últimos 3500 millones de años, encontrando fósiles famosos cuyo descubrimiento ha fortalecido las evidencias de cómo sucede la evolución, y ha permitido que se pueda armar una versión fidedigna de la sucesión de eventos en el pasado lejano. Solo pulsa el botón Adelante al final de cada cápsula.